Lucha contra el desperdicio alimenticio
Cómo la alimentación sostenible puede salvar el medio ambiente
Soluciones contra el hambre y el desperdicio de frutas y verduras
La alimentación sostenible se ha vuelto un tema clave en la agenda global, ante la necesidad de adoptar sistemas alimentarios que satisfagan las necesidades actuales sin comprometer los recursos de las futuras generaciones. Promover dietas basadas en alimentos locales, de temporada y bajos en huella de carbono es crucial para la salud humana y la preservación ambiental. Analizando las prácticas y políticas alimentarias sostenibles, se pueden generar recomendaciones concretas para que los individuos y las naciones encaminen sus sistemas alimenticios hacia la sostenibilidad.
Oportunidades para revitalizar la España vaciada
La startup ETHICFOOD, ubicada en un pequeño pueblo de la España, ha desarrollado un innovador modelo para combatir el hambre y el desperdicio de alimentos a nivel global.
Mediante el aprovechamiento de excedentes y productos descartados (destrío) por la industria alimentaria, ETHICFOOD elabora alimentos deshidratados de alto valor nutricional y larga vida útil.
Tecnología DETECFIR
La tecnología DETECFIR, patentada, permite conservar todas las propiedades de los alimentos frescos tras el proceso de deshidratación.
Raciones de campaña de fruta y verdura deshidratada con la tecnología de ETHICFOOD que pueden conservarse almacenadas hasta 10 años podrían usarse en zonas con problemas de desnutrición, ofreciendo una solución contra el hambre con un alto impacto social y mejora ambiental.
Además, al dar una segunda vida a excedentes que serían desperdiciados, la empresa promueve la economía circular y reduce la huella ecológica de la industria alimentaria.
El dato es escalofriante: el 30% de la fruta y verdura recolectada es desechada por los grandes distribuidores solo por aspectos visuales o de calibre.
La tecnología ETHICFOOD, de la que somos socios tecnológicos, genera oportunidades laborales y dinamismo económico en los pueblos agrícolas, demostrando que la España vaciada puede liderar la innovación en alimentación a la vez que cumple con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de la Unión Europea. Este modelo ético y de compromiso con los ODS atrae el interés de inversionistas con visión de futuro.